Senador Hugo Sánchez, Presidente de la Comisión de Presupuesto y Gestión: “La Universidad debe volver a mirarse a sí misma”

Entre los órganos superiores de la Universidad de Chile, la estratégica discusión sobre nuevos criterios de distribución del Fondo General se ha encauzado en los últimos 5 años en las llamadas comisiones “mixtas” de presupuesto. Al rechazar el Senado la propuesta de Rectoría, representan una última instancia de negociación en el proceso de ratificación del presupuesto universitario. Como uno de los acuerdos de la última versión, Consejo y Senado Universitario presentarán en septiembre a Rectoría su propuesta de nuevos criterios de distribución, en remplazo de los llamados “históricos”, para lo cual la Comisión de Presupuesto y Gestión del órgano normativo se ha abocado al análisis de las brechas existentes en las principales áreas del quehacer universitario, comenzando por docencia e investigación.

El Senado Universitario sostiene que entre los aspectos específicos donde se hace perentoria una mejor distribución de los recursos figuran el equipamiento básico para dichas tareas, el perfil de formación de los académicos y las jornadas laborales.  “Hay una correlación bastante directa entre contratos de 44 horas y lograr hacer todas las áreas del quehacer de un académico, como son la docencia, la investigación y la extensión”, precisa.

Asimismo, el perfil de los académicos repercute directamente en el sistema de remuneraciones y en las dinámicas actuales. “Si tú deseas  contratar un profesional, de alto nivel, tienes que ofrecerle  un sueldo competitivo. Lo contrario es un juego maquiavélico de no pagar tan bien, pero dar derecho a buscar en otro lugar la  renta. En el estado actual de las cosas, para mantener este  equilibrio tú aceptas estas condiciones. Frente a esto la Universidad debe tomar una decisión de lo que significa una carrera académica competitiva”.

Incluso antes del fallo sobre la aplicabilidad de la Ley de Transparencia en el plantel, que obligó a la publicación de la planilla de sueldos de todo el personal de la U. de Chile, el Senado se ha aproximado al tema. Con el objetivo de crear un Reglamento de Remuneraciones para nuestra Casa de Estudios, se han revisado normativas de otras universidades estatales, que han arrojado luces sobre conceptos como los de la exclusividad, entre otros avances. Además, hay consenso en que la Asignación Universitaria Complementaria forme parte del sueldo base. “La AUC fue una primera respuesta a la mejora de sueldos a inicios de los ’90. Su objetivo era mejorar salarios, pero hoy se aplica de  forma muy discrecional. Lo que deberíamos lograr es un sueldo base para todos los  estamentos”.

El Senador admite que hacer cambios sobre remuneraciones es sensible. “No es fácil salirse de la perspectiva individual y de lo que a mí me toca y ver por lo que es mejor para el desarrollo de la Universidad”, sostiene. Y suma otras razones de carácter funcional: La discrecionalidad de un componente importante de las remuneraciones “puede ser vista como una ventaja, porque permite ajustar la remuneración al mercado”. Sin embargo, esto ha provocado que  “para la misma función, haya diferencias enormes”.
Respecto a las responsabilidades sobre el abundante pago a honorarios en el ambiente universitario, Sánchez apunta al Estado:

“La investigación en Chile se paga con platas estatales para su  ejecución, en un modelo de compra de servicios. Ese es el juego del doble estándar del Estado, que hoy en día es la empresa con más contratos a honorarios. La problemática de la inestabilidad laboral de los profesionales que trabajan en investigación, dice, ha sido planteada a Conicyt, sin tener acogida. “El estado como empleador realiza un ejercicio de doble faz”, comenta.

Sobre las lógicas de financiamiento instaladas, el Senador Sánchez reflexiona: “Uno tiene que tratar de no perder el norte. Tenemos que entrar en un proceso de mirarnos de nuevo como Universidad”. “Porque en esta lógica de mercado se mantendrán las desigualdades entre las  facultades con  recursos y las que no, dado que hoy el modelo  favorece  algunas disciplinas  en desmedro de otras. La Universidad, debe velar por el adecuado y equilibrado  desarrollo de todas las áreas, por lo cual debe tener un rol redistributivo importante, asegurando niveles de desarrollo similar en todas las disciplinas”.

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