Rector electo Ennio Vivaldi en visita a plenaria del Senado Universitario: “Como siempre pedí mucho respeto para el Senado Universitario, ahora estoy en la condición única de poder otorgarlo”

El jueves 5 de junio, el Rector electo de la Universidad de Chile, Prof. Ennio Vivaldi, recibió el saludo de los miembros del Senado Universitario, entidad que encabezó como su primer Vicepresidente durante los años 2006 a 2010. El académico destacó su paso por el Senado como parte de su «curriculum oculto», calificándolo como una “práctica muy formativa», en que experimentó la triestamentalidad y conoció las visiones de cada área del conocimiento.

La nueva autoridad reconoció la importancia  de este órgano de gobierno universitario, señalando que «como siempre pedí mucho respeto para el Senado Universitario, ahora estoy en la condición única de poder otorgarlo”. En este sentido el Profesor Vivaldi relevó la importancia de acatar las decisiones que en él se adopten, y en el caso de temas que implican modificaciones al Estatuto “voy a estar muy dispuesto para conversarlos y encausar una discusión a nivel de la comunidad universitaria», sostuvo.

Consultado por los Senadores, el nuevo Rector adelantó que conformará su equipo de gobierno el académico de la Facultad de Economía y ex Senador Universitario, Prof. Enrique Manzur, como Vicerrector de Asuntos Económicos y Gestión Institucional. En relación a estos temas, el Prof. Vivaldi se refirió al futuro de la AUCAI, las políticas de recursos humanos, el autofinanciamiento y la desintegración universitaria. «En la medida en que volvamos a tener alguna forma de financiamiento basal o bien que a través de este Senado tengamos mecanismos por los cuales consideremos mucho más de la U que de cada ente o unidad lo que son los fondos, y podamos disponer de ellos, va a ser factible más justicia en cuanto al tema de distribución de recursos y, desde  luego, políticas centralizadas con respecto a recursos humanos. Ahí tienen nuestro compromiso total». Con respecto a la AUCAI, indicó que debiera ser reemplazada por un aumento equivalente en las remuneraciones de todos los académicos, acompañado de un sistema que promueva la gestión del pregrado y medidas que pongan fin a las discriminaciones salariales por género.

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